jueves, 26 de septiembre de 2013

NEW YORK DRAWINGS








¿No os ha pasado nunca ir en el tren o en el metro leyendo un libro y pensar  " ¿y si ese chico o chica con pinta de interesante está leyendo lo mismo que yo? " y montaros la película sea romántica o intelectual ? A mí unas cuantas veces... 
Elvira Lindo menciona en Lugares que no quiero compartir con nadie que, después de pensarlo tantas veces, le pasó con una chica que iba leyendo lo mismo que ella ( le entraron ganas de hablarle y comentárselo, pero al final no se atrevió) y se acordó de una portada del New Yorker hecha por Adrian Tomine : Missed Connection. Ilustración que hoy encabeza este post, pues también es la portada de un libro recopilatorio de los trabajos hechos por Tomine (muchos de ellos portadas) para The New Yorker, inspirados en la vida cotidiana de la ciudad de Nueva York : New York drawings.



Yo conocía a Tomine muy ligeramente, por un cómic suyo ( creo recordar que Rubia de verano) que me llamó la atención porque su estilo me recordaba mucho al de Daniel Clowes, (que también ha hecho numerosas portadas para The New Yorker : Portadas D.Clowes que están muy bien) pero no conocía tan a fondo su faceta de ilustrador. El primero que me lo recordó fue un amigo a través de su blog: Carlos Comendador (aprovecho su post para que vayáis viendo algunas de esas ilustraciones) y después ese mismo amigo y su novia (y también amiga) me regalaron este  precioso volumen.

Una de las razones porque me gustan tanto estas ilustraciones es por la facilidad con que capta unas escenas tan simples y cotidianas como coger un taxi o leer un libro en el metro. Pero nada mejor como verlas para saber de qué estoy hablando. Aquí os dejo algunas.





                                                               Magical Dinners




                                                                   Be fair



                                                           Gold Boy, Emerald Girl              


                                                    
                                                                Sneakerheads
           
                                                            
La vida de un libro...


Shelf life 


No se olvida del cine... Para un artículo sobre la película In the Mood for love hizo esta ilustración (Society Dictates) , una escena inconfundible. Me encanta.




Y, aunque no sale en este volumen, no me puedo olvidar de la que hizo para Wes Anderson y su película Moonrise Kingdom. Le pega muchísimo su estilo a este director.




También ha hecho varias portadas de discos para grupos como Yo la tengo, WeezerEels etc...





                                                          
Paro aquí porque si me dejo llevar pongo todas. Hace poco me leí un cómic suyo, Escenas de un matrimonio inminente, pero tengo la esperanza de leer algo más suyo pronto y poder comentarlo junto al mencionado más adelante. 

Mi corazón está dividido entre Yo la tengo y Eels , pero a Mr E ya lo pinché un par de veces en este blog así que os dejo con una de las canciones del último disco de Yo la tengo Is that enough.




                       

jueves, 19 de septiembre de 2013

LUGARES QUE NO QUIERO COMPARTIR CON NADIE









¡Quien quiera ir a Nueva York que levante la mano! Creo que somos
 muchos los que tenemos la mano levantada y que, aunque no hayamos estado, conocemos esa gran ciudad gracias a la cantidad de libros, películas y series de televisión que están ambientados en Nueva York. Nos encantaría observar el puente de Queensboro (toda la vida pensando que era el de Brooklyn...) desde un banco como en el cartel de la película Manhattan, o visitar el Museo de Historia Natural pensando en Holden Caulfield. Si lo pienso bien podría salir una lista interminable, sin olvidarme de otros sitios sólo aptos para frikies de las series, como las escaleras del apartamento de Carrie Bradshaw o el sopero nazi de Seinfield, que aunque sólo salió en un capítulo se hizo famosísimo y es visita obligada para los más fanáticos de esta serie. (Tiene página web: Original soupman  )


Elvira Lindo tiene la suerte de vivir en Nueva York de diciembre a junio y en Madrid el resto del año junto con su marido, Antonio Muñoz Molina. En este libro Elvira recorre, a través de anécdotas y recuerdos especiales, sus sitios favoritos de Nueva York, los "lugares que no querría compartir" (sitios poco conocidos para los que no viven allí). Abundan las referencias a sitios para ir a comer, desde el sitio en el que se come el mejor perrito al japonés más fino. Menciona sus paseos por su parque favorito con su perrita Lola o los de su marido por la orilla del río Hudson, pubs donde escuchar el mejor jazz, tiendas de antigüedades o simplemente sitios que le hicieron especial ilusión visitar, como la casa de Louisa May Alcott (la autora de Mujercitas) y la de Louis Amstrong o el ya mencionado Museo de Historia Natural en compañía de sus hijos en homenaje al Guardián entre el centeno.



Lugares que no quiero... no es una guía turística, pero bien podría valer como tal. Son historias muy amenas, llenas de lugares interesantes (en las últimas páginas, en un anexo, vienen las direcciones, teléfonos y páginas web de los sitios que menciona). Un libro que, junto con  el de Enric González (del que ya hablé en un post anterior: Historias de Nueva York ), metería en la maleta sin dudarlo si algún día tengo la suerte de poder ir a Nueva York. ¿Me tendré que leer también Ventanas de Manhattan de Antonio Muñoz Molina?

Os dejo un enlace de El País de varios textos que aparecen en el libro, por si queréis echarle un vistazo: El País. Lugares que...


Y como antes no pude evitar la tentación de mencionar la serie Senfield y uno de mis capítulos favoritos, el del sopero nazi, os dejo un fragmento. Pero primero el enlace musical a cargo de Sidonie y su canción: Nueva York .














jueves, 5 de septiembre de 2013

LAS CORRECCIONES






Con los anuncios de la vuelta al cole acaban las vacaciones para muchos... El final de las mías (por decir algo) acabaron con esta novela: Las Correcciones. 



Tenía muchísimas ganas de leer algo de Jonathan Franzen, pero reconozco que el tamaño de sus novelas (por lo menos el de ésta y el de Libertad), me echaba para atrás (la maldita pereza de la que hablo siempre!). Me encanta leer pero de primeras me cuesta decidirme por un libro tan grueso, aunque después acabo picando. En mi familia tenemos la tradición (a veces un poco latosa, pero que nadie se atreve a romper) de seguir celebrando los santos, o por lo menos regalarnos algo. Pues este verano llegó mi santo y con él Las correcciones, ya no había excusa para no leerlo, ahí lo tenía delante de mis narices, y aún así tardé en cogerlo, que si pesa, que si paso de llevarlo a la playa... Hasta que un día empecé sin mucho convencimiento y ya no pude parar, y esas 665 páginas que tanto me asustaron las leí enseguida.

Las correcciones trata sobre la vida de una típica familia americana del Medio Oeste, los Lambert, centrándose un poco en el dilema de los hijos sobre qué hacer cuando sus padres van mayores... Una historia sobre las relaciones entre padres e hijos, sus éxitos y fracasos, tanto sentimentales como profesionales, los sucesos que marcaron sus vidas y las correciones... Las correcciones que se hacen unos a otros porque todo el mundo parece saber qué es lo mejor  para el otro... O eso creen.




El americano Jonathan Franzen, alcanzó la popularidad cuando publicó este libro en 2001, su tercera novela, con un éxito enorme de ventas y muy buenas críticas, tan buenas que fue galardonado con el National Book Award, y finalista del Pulitzer. Ha tardado 9 años en escribir la siguiente, Libertad, que está cosechando el  mismo éxito. Y a mí me tiene la misma buena pinta que Las correcciones, así que algún día caerá en mis manos a pesar de su tamaño...

Me apetecía poner algo de Wilco y echando un vistazo en el Spotify he descubierto para mi gratísima sorpresa que el año pasado se editó un tercer volumen de Mermaid Avenue. Unos discos que Wilco y Billy Bragg grabaron con textos de Woody Guthrie. Este nuevo lo acabo de escuchar por encima, así que pongo una de mis favoritas del primer volumen : California star.